Nunca antes nos habíamos preguntado tantas veces si es verdad que hay más gérmenes en un billete que en el baño.
Cada vez usamos menos el dinero en metálico, y hay estudios recientes que corroboran que el 60 % de los consumidores piensan pasarse por completo a los pagos electrónicos en lugar de usar efectivo debido al COVID-19. Por eso, no cabe duda de que los pagos digitales y sin contacto han llegado para quedarse.
Sin embargo, el 50 % de las empresas y el 97 % de las pymes siguen usando cheques como principal método de pago.
Entonces, ¿qué cabe esperar en lo que respecta a las transacciones B2B?
La realidad es que dejar atrás los procesos manuales tradicionales para pasarse a los pagos digitales o electrónicos no va a ser tan sencillo para las empresas como lo ha sido para los consumidores. Sin embargo, esta transición es muy necesaria y resultará muy beneficiosa para el sector a largo plazo, y ya hay soluciones muy eficientes para abordarla de la mejor forma posible.
Barreras en los pagos digitales entre empresas
Aunque en el sector de los pagos B2B hay Fintechs y empresas tecnológicas muy adelantadas, este colectivo ha ido con retraso en lo que respecta a los sistemas de pagos electrónicos, como tarjetas, pagos bancarios digitales e ingresos con cheques electrónicos.
¿A qué se debe este retraso?
La cantidad de empresas que siguen usando cheques en papel para enviar y recibir pagos es realmente asombrosa. Este método es caro, ya que pueden llegar a costar hasta 20 USD por cada pago, y además los cheques hay que enviarlos por correo postal, lo que requiere aún más tiempo y dinero.
El principal obstáculo, además de que los sistemas más establecidos se han quedado anticuados, son los problemas que pueden surgir al enviar dinero entre pagadores y beneficiarios. Para enviar pagos online, una empresa tiene que desarrollar la infraestructura adecuada, y todos los proveedores que vayan a recibirlo deben tener una infraestructura compatible.
Además, a esta situación se le suman otros muchos inconvenientes, como el coste de aceptar pagos de poco o gran valor con tarjeta de crédito, y por eso muchas empresas se resisten al cambio.
A priori, no parece que merezca la pena cambiar de sistema, ya que todo el mundo puede pagar y cobrar con cheques.
¿Cómo cambia la situación con el COVID-19?
El COVID-19 ha supuesto un verdadero punto de inflexión a este respecto, y estas son algunas de las tendencias que hemos observado:
- Como la demanda de pagos digitales entre los consumidores ha aumentado considerablemente, las empresas han empezado a demandar los mismos servicios.
- El COVID-19 está complicando tremendamente la logística para enviar cheques, debido tanto a las cuarentenas como a los requisitos sanitarios.
- Las empresas están abriendo cuentas en bancos digitales nativos para poder beneficiarse de sus redes de pagos electrónicos y de las completas funciones de sus portales.
- Los cobros y los pagos se están digitalizando y están cada vez más unificados, ya que las empresas deben adaptar sus operaciones cuanto antes al ámbito digital si no quieren desaparecer.
Lo cierto es que cada vez se hacen más pagos online, y en Currencycloud hemos observado que el sector B2B está cambiando mucho más que el de consumo. El mercado de los pagos para particulares ya estaba bastante digitalizado, pero en los últimos meses muchas empresas se han pasado a la banca digital.
Hoy en día, cada vez hay más soluciones de pagos digitales personalizadas que ofrecen a las empresas la flexibilidad que necesitan, y por eso los pagos manuales deben evolucionar.
Aceptar pagos electrónicos ya es una opción viable y necesaria
Afortunadamente, el mercado ya está cambiando, y aunque todavía no hay un Bizum para empresas, las próximas generaciones seguramente no sepan lo que es un banco. La banca como servicio sigue creciendo, y los cheques no deberían ser la principal vía de pago entre empresas, sobre todo en el caso de las pymes.
Aquí tienes tres soluciones que puedes usar para aceptar pagos electrónicos sin complicaciones ni cargos innecesarios:
1. Pagos ACH (o sistemas similares)
Los pagos de la Cámara de Compensación Automática (ACH) no son nada nuevo, pero sí una alternativa estupenda para aceptar pagos B2B en Estados Unidos. En otros países hay opciones similares, como los pagos SEPA en la UE. De esta forma, puedes transferir dinero de la cuenta bancaria de tu empresa a la de tu proveedor mediante una transacción de débito o crédito.
Para que sea más fácil aceptar pagos electrónicos, los bancos digitales y las Fintechs están lanzando nuevas funciones de pagos ACH. Por ejemplo, Currencycloud colabora con Dwolla, una Fintech que conecta fácilmente con ACH para que los clientes puedan acceder en Estados Unidos a una red de pagos nacionales e internacionales.
2. Soluciones de pago "de tarjeta a cheque"
Ahora hay nuevas soluciones que permiten a las empresas pagar una factura con tarjeta para que, a través de un canal intermediario, el proveedor reciba un cheque por correo.
Esta opción es perfecta para las empresas que ahora mismo no pueden hacer pagos físicos a proveedores que sí necesitan recibirlos así.
3. Bancos digitales
Es cada vez más evidente que la solución más completa y flexible para los pagos B2B son los bancos digitales, ya sean los bancos digitales nativos especializados en empresas o plataformas Fintech B2B que se hayan convertido en un banco digital al integrar otros servicios.
Con cualquiera de estas opciones, tu empresa tendría la infraestructura necesaria para enviar y recibir pagos sin tener que desarrollarla internamente. Además, con el auge de estos servicios, los pagos electrónicos van a tener cada vez más importancia en el sector B2B.
Aceptar pagos electrónicos es muy ventajoso
En la situación actual, los pagos digitales o electrónicos tienen una ventaja fundamental: son seguros, no hay que salir de casa para hacerlos y no es necesario tener contacto con nadie.
Por supuesto, también ofrecen otras ventajas que agradeceremos a largo plazo.
Esta evolución conlleva una transición al uso de sistemas digitales automatizados, que son más cómodos y más eficientes. Con estos sistemas, los proveedores no tienen que esperar a recibir cheques por correo porque cobran en cuestión de segundos, las empresas pueden conciliar automáticamente los pagos en diferentes divisas, y se pueden importar datos a todo tipo de sistemas de forma que estén listos para hacer cualquier operación. En definitiva, podremos olvidarnos de los procesos manuales que retrasan tanto el trabajo.
Otra ventaja a tener en cuenta es que también se reducirán los costes. Los pagos electrónicos son una alternativa muy eficaz precisamente porque permiten optimizar procesos, evitar retrasos y recortar el gasto en materiales, como en el papel que se desperdicia en los cheques.
Tampoco podemos olvidarnos del resto de las implicaciones que tiene una sociedad más digital, como la sostenibilidad medioambiental y la inclusividad financiera para que particulares y empresas tengan acceso a servicios útiles y asequibles que cubran sus necesidades. La banca digital está preparada para este cambio, que ya es una realidad gracias a herramientas como los sistemas de pagos electrónicos.