Regulación 19 de febrero de 2024

¿Debería cambiar la regulación para las Fintechs de EE. UU.?

Josh Ramsey
Publicado por: Josh Ramsey
Featured Image

El sistema financiero estadounidense es único en cuanto a extensión y complejidad, no solo debido al tamaño del país, sino también a la autonomía que tienen los distintos estados y que implica una compleja red de regulaciones y de bancos anclados en el pasado. 

Se supone que el 2023 era el año en el que todo iba a cambiar, ya que las Fintechs de EE. UU. llevaban tiempo pidiendo un panorama regulador más progresista que facilitara un sector más dinámico, innovador y competitivo. 

Sin embargo, el caso del Silicon Valley Bank (SVB) nos recordó que el sistema bancario estadounidense tiene una peculiaridad única: la capacidad de aterrorizar al mundo cuando las cosas van mal. Como consecuencia de la crisis económica, el Gobierno de EE. UU. ha relegado la reforma del sector Fintech al último lugar en su lista de prioridades, pero esta situación financiera no debería impedir que se introduzcan cambios en la regulación. 

Los reguladores están en el punto de mira

El fracaso del SVB se debió en gran parte a malas inversiones. El banco había invertido en bonos del Estado a largo plazo que no dieron buenos resultados y que afectaron muy negativamente a su capacidad de devolver a sus clientes finales los fondos que habían depositado. 

Muchos se preguntan por qué los reguladores no pudieron prevenir esta crisis, sobre todo cuando el SVB era un banco clave en la inversión de capital riesgo del sector. Este caso obligó a los reguladores a analizar más cuidadosamente las normativas del sistema financiero estadounidense. No obstante, 13 años después de la ley Dodd-Frank, el sector entero acusa a los reguladores de no haber hecho lo suficiente para prevenir la catástrofe. 

Obviamente, este entorno no es el ideal para que las Fintechs pidan normativas más laxas. La situación política es ahora muy diferente, y los reguladores, que no quieren correr riesgos, tardan cada vez más en procesar las propuestas más sencillas. En este panorama, podría parecer que el sector Fintech está presionando para desmantelar muchos de los sistemas de protección que tanto necesitan las empresas y los consumidores, 

y por eso hay que tener mucho cuidado a la hora de ejercer presión. 

Cuál es la realidad 

Muchas de las Fintechs norteamericanas más prometedoras se fundaron con el objetivo de simplificar y mejorar la transparencia del sector financiero. 

Esa meta sigue siendo tan válida como antes, y también sigue haciendo falta aplicar una reforma significativa, ya que el sistema financiero norteamericano todavía es muy complejo y propenso a frenar la innovación. Por ejemplo, obtener una licencia bancaria puede llevar varios años, según el tipo de licencia que sea y del estado en el que se solicite. Por otro lado, enviar dinero al extranjero puede tardar días, y durante este período, es muy difícil saber dónde están los fondos. Los requisitos normativos son complejos y a veces contradictorios, y para cumplirlos, las empresas pierden un tiempo precioso que deberían invertir en mejorar su volumen de negocio. 

Obtener la aprobación oficial para crear nuevos productos o servicios es complicado, pero mantenerlos operativos a lo largo del tiempo en cumplimiento de la regulación es aún más difícil. Además, si tenemos en cuenta que las normativas de los diferentes estados y agencias federales suelen solaparse, muchas veces este proceso se convierte en una carrera de obstáculos. 

Hay quienes dicen que las regulaciones se crean para prevenir crisis, pero este solo es el caso de las que se han diseñado adecuadamente. Sin embargo, las normativas demasiado complejas entorpecen el sistema financiero e impiden que las nuevas empresas puedan formar parte de él. Por ello, se reducen la competencia y la diversificación del riesgo, lo que a su vez hace que las crisis sean más probables. 

De hecho, las crisis financieras más recientes pusieron de manifiesto los riesgos de un panorama normativo demasiado complejo. Además, este rigor regulatorio no sirvió para evitar la burbuja hipotecaria del 2008 ni la caída del SVB, debido en parte a que en ambas situaciones los colectivos que perdieron sus fondos tenían un perfil muy específico. En definitiva, las regulaciones solo pueden proteger el sector si son claras y justas, y si se aplican adecuadamente. 

Un futuro prometedor

Aunque los casos de éxito fueron escasos, tuvieron consecuencias significativas. Por ejemplo, cada pocos años, las empresas de gestión de remesas solían someterse a examen en cada uno de los estados en los que tenían licencia para operar. Esto significaba que eran necesarias hasta 50 licencias para operar en todo el país, y que las Fintechs debían tener reguladores en su oficina prácticamente todo el año, lo cual suponía una tremenda carga administrativa. 

Hace poco, este proceso mejoró relativamente, de forma que las empresas de remesas o de pagos que operan a escala nacional ahora pueden pasar un examen exhaustivo para satisfacer los requisitos de los diferentes estados. 

También se comenta que la OCC (Office of the Controller of the Currency) va a dar licencias federales a las Fintechs en lugar de tramitarlas en cada estado, pero de momento no hay cambios a este respecto.

Las empresas del sector deben aprovechar estas pequeñas oportunidades, porque las Fintechs tienen motivos de peso para simplificar las reglas del sistema financiero y para hacerlas más justas y transparentes. 

Así, un plan legislativo que favoreciera la competencia a nivel federal contribuiría a aumentar la diversidad y el dinamismo del sector. También le daría nuevas energías, ya que el Fintech ha sido un sector muy perjudicado por los recientes cambios económicos y, aun así, da empleo a cientos de miles de personas, contribuye enormemente a la economía y brinda beneficios prácticos reales a consumidores y empresas de todo el mundo. 

Además, los reguladores tendrían una oportunidad de librarse de una vez por todas de los agentes perniciosos que en la actualidad operan en las sombras sin que nadie haga realmente nada por impedirlo. A la hora de reformar las finanzas, los reguladores no deberían considerar a las Fintechs como parte del problema, sino como parte de la solución. 

Josh Ramsey
Publicado por: Josh Ramsey

Atrévete a todo

Currencycloud te cubre las espaldas para que te atrevas con todo. Ponte en contacto con un experto.

Comenzar