Las grandes cantidades que se invirtieron en Fintech en los últimos dos años parecen ahora una anomalía fruto de la pandemia. Con la irrupción de la tecnología en el sector de los servicios financieros, se invirtieron alrededor de 123 000 millones de USD en el 2021 y 80 500 millones en el 2022, lo que contrasta con unas cifras que rondaban los 40 000 millones entre el 2018 y el 2020.
Sin embargo, ahora las cosas han cambiado: las cotizaciones son más realistas y obtener financiación es más difícil, por lo que hasta los emprendedores más audaces deben ponerse las pilas.
En la inversión de capital riesgo nunca se han conseguido resultados yendo despacio, y durante el boom de los últimos dos años muchos inversores no dedicaron demasiado tiempo a estudiar los matices de cada oferta.
En cambio, ya no basta con tener una idea revolucionaria que atraiga a los usuarios, sino que los inversores buscan un plan de negocio sólido con una rentabilidad demostrable. Por eso, al evaluar una empresa, estos inversores querrán saber quiénes integran sus equipos, en qué van a invertir sus fondos, cuál es su modelo de ingresos y qué plan de retirada tienen.
Por otra parte, si eres capaz de demostrar todo esto, es un buen momento para buscar financiación. Con tantas exigencias, no solo es más fácil que destaquen las empresas que tienen verdadero potencial, sino que debido a la ola de despidos recientes en Fintech y en el sector tecnológico, encontrarás grandes profesionales con los que trabajar.
El potencial de aprender de quienes han vivido esta misma situación es prácticamente ilimitado. Habla con fundadores, ejecutivos, exempleados de start-ups e inversores para averiguar qué les funcionó, en qué se equivocaron y qué podrían hacer mejor la próxima vez.
Las empresas de este sector deben centrarse principalmente en dos áreas. La primera es el cumplimiento. Los inversores son cada vez más exigentes en lo que se refiere a los planes empresariales y a la búsqueda de resultados a corto plazo, por lo que las Fintech deben colaborar con los organismos reguladores y estar al día de las novedades en materia de cumplimiento. Los organismos reguladores están tomando estrictas medidas contra los bancos patrocinadores y exigiéndoles que impongan un mayor control, y esta tendencia está teniendo consecuencias a todos los niveles.
En segundo lugar, el punto de mira está puesto en los ingresos. Algunas de las métricas que se usaban para determinar el éxito de una Fintech en sus comienzos (como el número de usuarios activos o de registros) ahora son lo mínimo que se exige. Por eso, las empresas emergentes deben ser capaces de transmitir sus ideas principales y de desarrollar una estrategia convincente para generar ingresos. Lo creas o no, se trata de una cuestión de perspectiva: céntrate en tus clientes objetivo y en el problema que quieres resolver.No dejes de buscar nuevas oportunidades
Como ya sabemos, si tienes una empresa Fintech internacional, ofrecer funciones de cambio de divisas puede ser un recurso ideal para incrementar y diversificar los ingresos. Piensa en todo el potencial que tendría expandirse internacionalmente. Aunque bancos de todos los tamaños gestionan la gran mayoría de estas operaciones, están centrados en grandes empresas y determinadas marcas.
Los bancos tradicionales pueden cobrar a las pequeñas empresas entre un 5 y un 10 % por el cambio de divisas, y además estas empresas tienen que acudir a distintas sucursales varias veces a la semana para procesar manualmente muchos de los pagos que hacen. Por eso, una Fintech que ofrezca comisiones más competitivas y un mejor servicio de atención al cliente podría convertirse en la opción ideal para ellas.
Por otro lado, las colaboraciones comerciales tienen un gran potencial. Si trabajas con el partner adecuado, pueden surgir todo tipo de oportunidades en nuevos mercados para atraer a clientes a los que no podrías llegar de otra manera.
A través de estas colaboraciones, tu empresa puede adquirir nuevos conocimientos y formar parte de una red internacional. Además, si tus partners son empresas que han desarrollado en gran medida su propia infraestructura (por ejemplo, automatizando los procesos de cumplimiento), podrían ayudarte a acceder al mercado de forma más rápida y económica.
Estas son solo algunas de las formas en las que el equipo ejecutivo de una start-up puede demostrar a pymes y a empresas digitales con proyección internacional que es capaz de reducir sus costes y ofrecerles una mejor experiencia del cliente, e incrementar así los ingresos a los que los inversores dan tanta importancia.
Efectivamente, este será el factor que determine el éxito de las Fintech tras el boom inicial de los últimos años. Así, las start-ups que logren las cifras esperadas y demuestren que tienen los conocimientos necesarios serán las que reciban las inversiones disponibles.