Las remesas son fundamentales para familias de todo el mundo.
Son tan importantes que, el año pasado, las remesas enviadas a países con un promedio de ingresos medios y bajos triplicaron las cantidades recibidas de fuentes oficiales de ayuda para el desarrollo y procedentes de inversiones extranjeras directas.
En este panorama, el objetivo de SwapMoney es que los destinatarios de estos pagos reciban el dinero que sus familiares les envían con los costes más bajos posibles. Esta empresa, con sede en Birmingham, proporciona servicios asequibles de cambio de divisas y de pagos internacionales para pymes y particulares que están lejos de sus familias.
Según Joseph Fawehinmi, cofundador de SwapMoney, el objetivo de la empresa es ofrecer un sistema de remesas más justo, en el que la tecnología es clave. La ubiquidad de los teléfonos inteligentes significa que una gran cantidad de usuarios de todo el mundo ya no usan prácticamente dinero en efectivo.
"Obviamente, las generaciones jóvenes son las que más pagan con el móvil, y hemos conseguido aprovechar esta tendencia para ofrecer un servicio completamente digital. Conocemos a la perfección nuestro mercado objetivo, y eso es lo que nos ha diferenciado de la competencia y lo que nos ha permitido alcanzar el éxito".
Por lo general, los usuarios de SwapMoney que viven en Europa ingresan euros o libras esterlinas en sus cuentas, pero la mayoría de los destinatarios de estos pagos necesitan cobrar en dólares. Por eso, SwapMoney usa Currencycloud para ofrecer sus servicios de cobros, pagos y conversiones.Con Currencycloud, pueden ofrecer transacciones internacionales a un precio muy competitivo y hacer todas las comprobaciones necesarias para evitar actividades ilegales, como las verificaciones de prevención del blanqueo de capitales (PBC) y del conocimiento del cliente (KYC).
Fawehinmi es muy consciente de la importancia de estas comprobaciones en el África subsahariana, que es donde se envían la mayoría de las remesas de SwapMoney. Según él, es obvio que la erradicación de los delitos financieros debería ser una de las principales prioridades del sector, porque este sistema solo podrá funcionar cuando esté libre de fraude y corrupción.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la legislación actual también tiene ciertos aspectos negativos. Por lo general, las normativas se elaboran con el consumidor occidental en mente, por lo que son muy útiles a la hora de proteger a ciudadanos norteamericanos o europeos, pero no contemplan las necesidades de otros colectivos, como las pequeñas empresas de Ghana o los granjeros de Nigeria.
"Tenemos que dar con nuevas formas de usar la tecnología en un sistema más equilibrado y seguro. Al colaborar con el equipo de Currencycloud, hemos podido mantener los precios bajos y cumplir con las regulaciones, por lo que cada día estamos más cerca de conseguir este objetivo".